Oda a la isla de Formentera

 

La pequeña de las Pitiusas es mucho más que una isla.

Es un lugar de conexión, de reflexión, de descanso y de disfrute.

Es un rincón del mundo en el que descubrir que la vida es maravillosa.

La vida es bella en Formentera.

 

Sus aguas, tan transparentes, te llevan a lugares remotos.

Sus playas, de arena fina e inusuales formas, te hacen olvidar las preocupaciones.

Su naturaleza, salvaje y pura, despierta cada uno de tus sentidos.

El paraíso existe en Formentera.

 

Colores en el mar como nunca antes habías visto  

Acantilados de vértigo y profundas cuevas

Cielos que se rompen en innumerables matices

Los antiguos dioses vivían en Formentera.

 

Sensación de infinito y evanescencia.

A la vez tan efímera e imperecedera.

Donde no existen relojes ni despertadores.

El tiempo se detiene en Formentera.

 

Historias de familias que viajan con los años

Vecinos que la habitan de los cinco continentes

Visitantes que se acercan desde planetas cercanos

Un crisol de culturas es Formentera.

 

Es vida, es bella, es paraíso, es estrella.

Es vino, es siesta, es risa, es fiesta.

Es paz, es higuera, es algarrobo y turquesas.

Nuestro tesoro más preciado es Formentera.